miércoles, 2 de septiembre de 2009

Síndrome de Stendhal








lunes 2 de marzo de 2009

Grandes enigmas de la humanidad




¿Por qué lloraba Auguste Tomasuite en el desfile de Jil Sander?
¿Acaso se vió la modelo lituana abrumada por la sublime belleza de la colección?
¿Es el llanto fortuito una manifestación del síndrome de Stendhal?
¿Es posible que la joven maniquí fuera fan acérrima de la firma Just Cavalli y se enterara de su cierre minutos antes de salir a la pasarela?
Hay preguntas que es mejor que queden sin respuesta...






Síndrome de Stendhal
De Wikipedia, la enciclopedia libre

Stendhal, retrato de Johan Olaf Sodemark (1840).
El síndrome de Stendhal es una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a una sobredosis de belleza artística, pinturas y obras maestras del arte.
Tiene esta denominación por el famoso autor francés del siglo XIX Stendhal (seudónimo de Henri-Marie Beyle), quien dio una primera descripción detallada del fenómeno que experimentó en su visita en 1817 a la Basílica de Santa Cruz en Florencia, Italia, y que publicó en Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio:
"Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme".
Aunque ha habido muchos casos de gente que sufría vértigos y desvanecimientos mientras visitaba el arte en Florencia, especialmente en la Galleria degli Uffizi desde el principio del siglo XIX en adelante, no fue descrito como un síndrome hasta 1979, cuando la psiquiatra italiana Graziella Magherini[1] observó y describió más de 100 casos similares entre turistas y visitantes en Florencia, la cuna del Renacimiento, y escribió acerca de él.
El síndrome de Stendhal, más allá de su incidencia clínica como enfermedad psicosomática, se ha convertido en un referente de la reacción romántica ante la acumulación de belleza y la exuberancia del goce artístico



deiszumon.

















































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